¿Qué tienen en común el signo de Libra, el mal de ojo y ese punto arábigo tan temido, conocido como el «infortunio» en nuestro horóscopo? Lo tienen todo y más, como vamos a descubrir brevemente.
En las horas del Equinoccio, que coincide en exactitud con el punto medio de una gloriosa retrogresión de Mercurio por Libra y Virgo – ¡¡no por casualidad!! -, los cielos con su infinita sabiduría nos emplazan a salir de la consciencia de víctima y a que transitemos caminos de más empoderamiento, coraje y, en definitiva, sabiduría. El arquetipo de la Justicia, asociado con el signo de Libra, es uno de los arcanos más kármicos del tarot y a lo largo de 2022 se supone que teníamos que aprender a elegir otro tipo de enfoques, más evolutivos y menos arcaicos, para facilitar la gran transformación que necesitamos en los fundamentos de nuestra civilización.
Si bien es cierto que están saliendo a la luz muchos asuntos y quedando patentes muchas actitudes de personajes públicos que, en estos momentos, parecen haber perdido todo interés por guardar las apariencias para mantener el estatus quo de cara a la galería… la realidad es que el atropello a los derechos humanos y a las libertades más fundamentales sigue en caída libre, de maneras más o menos obvias.
Mercurio en Libra, todavía a voz en grito – será más sutil cuando ingrese en Virgo, dentro de unas horas – nos ha estado llamando la atención sobre la necesidad de estar a la altura de las circunstancias que el momento evolutivo nos exige y atravesar el espejo de la verdad, detectando las mentrias y las ilusiones que nos desvían, a nivel personal y luego entonces a nivel colectivo, de nuestro camino. Vosotr@s l@s human@s, cuando nadie os ve, seguís aferrándoos a la creencia limitante de que «la vida no es justa», dice la sabia imperturbable con la balanza en una mano y la espada en la otra. Y, muy en el fondo, sabéis perfectamente que esa es la excusa que ponéis para justificar veustro des-empoderamiento, nos dice esta mujer sabia, de mirada fija e imperturbable que, mediante los más impensables desafíos, nos reta a lo largo de la vida a abrir nuestro tercer ojo.
Pero quien, realmente, aspire a la adultez elegirá descubrir para, entonces, poder practicar un respeto exquisito a las leyes del universo, que le permita encontrar la manera de ser just@ consigo mism@ y con los demás. Y lo hará dándole a esto prioridad sobre las visitas compulsivas a las clínicas estéticas para placar sus manías de «parecer», en su afán obsesivo de frenar o de negar el paso del tiempo ( no olvidemos que Júpiter está Rx en Aries poniendo su puntilla y haciendo advertencias tan generosas como claras, ¡al desnudo!).
Y ¿qué relación tiene el llamado mal de ojo con todo esto? El mal de ojo no es más que la resonancia que encuentran las personas que, consumidas por su consciencia de víctima, hallan «fuera de sí» el espejo perfecto de su mentalidad de víctima. Las personas que, por cierto, son lo suficientemente miopes ( es decir, no llegan a ver las implicaciones de sus actos, ni miden el llamado «efecto retorno» que, antes o después, vuelve a ellos como un boomerang, igual que sucede cuando se hacen amarres y, en general, se practica magia de baja estopa para satisfacer la agenda personal basada en el aferramiento, etc.) para practicar este tipo de mal proyectado hacia otros. Y hacen la vista gorda ante la verdad de que, antes o después, se encontrarán con las consecuencias de sus actos – y en 2024, año de la Jueza, la hoja de pagos se va a poner a Cero…
Pero claro, antes los incaut@s que reciben su mala intención pagan el precio de sufrir en sus propias carnes una miopía y una falta de perspectiva que, en realidad, forma parte del ADN psíquico de todos y cada uno de nosotros – sólo se diferencia en el grado y en el cómo transformamos, si lo hacemos, esa miopía. Este estrabismo espiritual, lo vamos a tener que dirimir durante 2023 en las capas más profundas de la psique del colectivo y, si no hay una masa crítica que haga algo con ello de manera efectiva, el karma en 2024 será más virulento. Así es que, quizás seas de quienes quieras ponerte las pilas y asegurarte de que, por ti, que no sea…
Así es que el mal de ojo es un tema central del signo de Libra, donde todo lo que afecta a la visión, la mirada, el discernimiento y la toma ponderada de decisiones para, por fin, dejar de proyectar todas las desgracias personales en los demás, en los gobiernos, en el sistema, las guerras, las élites, bla, bla, bla, llega a su punto más álgido. Lo que preconiza Libra, muy en realidad, no es el castigo sino la toma de consciencia fehaciente ( que no imaginada, ni ensoñada) que es lo que nos permite efectuar la apertura del tercer ojo y la entrada a la Mente Simbólica/Chamánica.
La Mente Simbólica es el único instrumento útil a la hora de saber pesar lo verdadero y lo falso y prescindir, por fin, de la trágica pérdida de tiempo y recursos que supone estar siempre pendiente de las apariencias. Así es que, si te hacen un mal de ojo, el camino más rápido que puedes tomar es decirte la verdad a ti mism@ acerca de ti y de tu vida, y es muy probable que el encanterio se neutralice, y tu aparente enemig@ quede disuelto… en tu compasión. Libra lo rige Venus y Venus se queda sin poder alguno, si lo que te mueve en la vida es el aferramiento y el cortoplacismo, la sed de venganza y, en definitiva, no estás a la altura del cambio de paradigma arquetípico que hay en marcha desde hace ya bastante tiempo.
La Parte del Infortunio está basada en los llamados «maléficos», Marte y Saturno, en una perspectiva más medievalista de la astrología. Por lo tanto, si el sector Libra y tu casa 7 – cuidado, que no importa nada que tengas planetas o puntos sensibles en Libra y tu Casa 7! – no gozan de poder y no se nutren del holismo que, en virtud de tu libre albedrío ( a esto es a lo que hemos aprendido a versarnos a lo largo del 2022), les insuflas a cada instante con tu voluntad íntegra, equilibrada y rigurosa de convertirte en un adult@ espiritual… es más probable que convoques continuamente tu peor suerte y sin darte cuenta. Porque Marte y ese ámbito tan oscuro al que se designa como «tus enemigos», como explico al dedillo en mi revolucionario informe astrológico «Tu Metacarta Astral 1.0.» y en las Sesiones, tiene una incidencia directa y de gran peso kármico en todo lo que pasa en tus asuntos y relaciones librianas.
Todo este tipo de experiencias es una llamada a que te inicies en los misterios de una justicia cósmica, que ya no esté basada en la previsibilidad del «ojo por ojo», ni en el encapsulamiento de sentirte separad@» de todos y de todo…
Más en mi próximo webinario, en el que desvelaremos las dinámicas de Marte Rx en Géminis. Hasta pronto!
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